Las lentes de contacto decorativas. Conócelas y haz un buen uso de ellas.

Las lentes de contacto decorativas se limitan a cambiar el color de tus ojos. No corrigen la visión. Pueden hacer que unos ojos marrones sean temporalmente azules, o que tus ojos parezcan ojos de gata, u ojos de vampiro en Halloween.

¿Sabías que estas lentes de contacto decorativas son en realidad productos sanitarios de adaptación individualizada? 

Al igual que sucede con las lentes de contacto correctoras, nunca debe comprar lentes de contacto a un vendedor ambulante, en una tienda de productos de belleza, en un mercadillo o en una tienda de artículos u online para Halloween —y siempre debería tener una receta optométrica.

Antes de ponerse en marcha con su nuevo look, hay algunas cosas que necesita saber. 

Conocer los riesgos 

El uso de lentes de contacto decorativas puede resultar arriesgado, al igual que sucede con las lentes de contacto correctoras.

El uso de cualquier tipo de lentes de contacto, incluyendo las decorativas, puede causar graves daños a sus ojos, si las lentes se adquieren sin receta o no se utilizan correctamente.

Entre estos riesgos destacan:
• Un corte o arañazo en la capa superior del globo ocular (Abrasión Corneal)
• Reacciones alérgicas, como picor, enrojecimiento y humedad en los ojos
• Reducción de la visión
• Infección
• Ceguera

Cuando utilice cualquier tipo de lentes de contacto, esté atento a los síntomas de una posible infección, que incluyen:
• Enrojecimiento
• Dolor ocular, que no remite al cabo de un corto período de tiempo
• Reducción de la visión

Si presenta cualquiera de estos síntomas, ¡Deberá recurrir inmediatamente a un especialista en la visión autorizado (optometrista u oftalmólogo)! Una infección ocular puede llegar a ser grave y provocar la ceguera en caso de no tratarse.
Puede evitar algunos de estos riesgos si adquiere las lentes de contacto a través de su especialista sanitario de óptica. Asegúrese de seguir las directrices de limpieza, desinfección y de uso de las lentes que le haya facilitado el especialista. 

Lo que debe y no debe hacerse

¡Examínese la vista! Un óptico-optometrisra autorizado examinará sus ojos para asegurarse de que las lentes de contacto se han adaptado adecuadamente. La adaptación de las lentes de contacto es muy importante. Una adaptación equivocada puede provocar daños en su vista. Asegúrese de realizar revisiones oculares de seguimiento.
¡Obtenga una receta! Su óptico-optometrista le expedirá una receta para todo tipo de lentes de contacto, incluyendo las lentes decorativas. La receta debería incluir la marca, las mediciones de las lentes correctoras y la fecha de caducidad.
¡Siga las instrucciones de las lentes de contacto! Siga las instrucciones de uso, limpieza y desinfección de las lentes de contacto incluidas con sus lentes. Si no recibe instrucciones, solicítelas al especialista de la visión. 
¡Póngase inmediatamente en manos de un profesional (optometrista u oftalmólogo) y quítese las lentes de contacto si tiene los ojos rojos, un dolor creciente o supuración! El enrojecimiento, el dolor y la supuración ocular son síntomas de una infección. Si cree que padece una infección ocular causada por las lentes de contacto, quíteselas y acuda inmediatamente a un especialista de la visión.
¡No comparta con nadie sus lentes de contacto! No compartiría el cepillo de dientes, ¿verdad? Los ojos no tienen todos el mismo tamaño y forma, y sus lentes de contacto están diseñadas exclusivamente para usted. 
¡No compre lentes de contacto sin receta! Si no ha visto a un óptico-optometrista de la visión y no tiene una receta, las lentes de contacto que adquiera tal vez no se ajusten adecuadamente y no funcionen bien. Incluso podrían llegar a dañarle los ojos. En ocasiones, el uso de las lentes de contacto puede dañar la capa superior del globo ocular (córnea). Aunque ahora no tenga problemas, puede que las lentes sigan dañándole los ojos. Mediante revisiones periódicas y la compra de lentes de contacto con receta, reducirá las posibilidades de sufrir cualquier daño ocular no detectado.

Fuente: FDA