Lagoftalmos Nocturno

Las personas que sufren de una afección ocular denominada lagoftalmos nocturnoduermen con los ojos abiertos. Esta patología podría derivar en severas consecuencias, sobre todo en personas adultas.

La situación puede agravarse porque la superficie visual queda expuesta, generando inconvenientes de sequedad, síndrome de OJO SECO. Esto puede incidir directamente en la integridad del ojo y la calidad de la vista.

Categorías del problema

Las causas de esta patología se dividen en dos clases: lagostalmos nocturno paralítico y mecánico.

En la primera, el nervio facial es el responsable de enviar la información nerviosa al músculo que lleva a cabo el cerrado de los párpados (orbiocular). Este nervio, al verse afectado por algún motivo – como tumores, parálisis facial, enfermedad cerebrovascular o parálisis facial- produce que el músculo pierda fuerza, bloqueando el cierre total de los párpados dejando así la superficie ocular descubierta. La solución a estos casos puede ser, simplemente, usar un antifaz para dormir así se evita que el ojo quede expuesto durante la noche, el lagoftalmos nocturno.

Por su parte, el lagostalmos nocturno mecánico se desencadena por factores externos, como cicatrices en la conjuntiva o en los párpados, exoftalmos, laxitud palpebral o retracción palpebral. Esto también puede suceder por cirugías plásticas en el rostro realizadas de manera incorrecta.

Para los casos leves, el tratamiento consiste en la lubricación de la superficie ocular para prevenir problemas futuros. No obstante, en situaciones graves, se puede requerir una intervención quirúrgica.

El lagostalmos nocturno provoca un síndrome de ojo seco a los pacientes los cuales, en el caso de afección leve, padecen los síntomas típicos del ojo seco: sensación de ojos secos, ojos rojos, ojos llorosos, párpados hinchados, fotofobia, sensación de arena en los ojos…

En los casos severos, ese síndrome de ojo seco puede terminar en afecciones oculares muy graves como la Queratitis o Queratoconjuntivitis, entre otras.